El vapor es el método ideal para conservar los nutrientes.
Máxima conservación de vitaminas: el vapor reduce la pérdida de vitaminas C y B solubles en agua (a diferencia de la cocción) y no las daña tanto como el frito.
Control del sodio: la salsa de soja contiene mucho sodio. Se debe limitar su cantidad o utilizar salsas con bajo contenido en sal.
Conservación de los carotenoides: las verduras ricas en carotenoides (zanahorias, brócoli) deben rociarse ligeramente con aceite después de su preparación para mejorar la absorción de sus nutrientes liposolubles.
Fácil digestión: Las verduras al vapor son las más fáciles de digerir.
